lunes, 18 de noviembre de 2013

Toda la sangre se hizo miel

 

Cultura Profética volvió a la Argentina Con su Tour Viva la Cultura 2013, donde repasó toda su carrera en un show de más de tres horas. Otra vez la cita volvió a ser multitudinaria. Los boricuas de Cultura Profética volvieron a llenar po segundo año consecutivo el Microestadio Malvinas Argentinas.

El clásico grito "Oh, soy Cultura..." acompañó una entrada sorprendente con una atípica versión de "Gracias vida", y sin mediar palabras siguieron con"Baja la tensión" y "Sube el humo", un tanto más rápida que la tradicional y con la aparición de los sintetizadores, cada vez más usados por la banda. Siguiendo esa linea ácida sonó "Somos muchos", el primer tema con aires revolucionarios de la noche, a cargo de la voz de Boris Bilbraut, el que mueve el motor atrás de los parches.

Con las luces prendidas, Willy Rodríguez (bajo y voz) se paró frente al público y dijo "Buenas noches, esto se ve bellisimo, después del Luna Park pensamos que no viviríamos algo extraordinario y nos han dejado espantados esta noche".  Cultura se ponía romántica y la sangre de a poco se empezaba a convertir en miel, cuando "Rimas pa´ seducir" enamoraba a quien estaba enfrente.




La fiesta siguió con "Soy el verbo" y los primeros rapeos del boricua. El público bailaba encantado mientras miraba el escenario, las luces iluminaban a la perfección y los flashes y los acordes psicodélicos te llevaban a volar por alguna galaxia musical. "Para estar" descomponía corazones en reparación, y esa locura de amor, o de desamor, llegaba con "De antes" a la que le engancharon un instrumental con el estilo característico de Cultura y para rematar el medley, "Ideas nuevas".

"Vamos con uno suavecito, dedicado a la gira más apretada que tuvimos en nuestra historia, demasiados shows, hay que cuidarse mucho por estos días intensos"; así llegó "Días intensos", que fue escuchada atentamente, como si fuera nueva y no se la entendiera mucho, un gran tema que cuenta perfectamente el ciclo de la vida.

Los boricuas no dejaban de sorprender. Boris tomó el control de la voz de frente al público y Willy encaró la percusión para interpretar "Árboles" en su versión original. Luego llegó el homenaje: "fue un genio en su carrera, cada grupo que formó, la verdad es que sin escuchar a este tipo no se puede decir que se sabe del rock argentino; por ejemplo Cerati, al escucharlo, tú sabes que ha escuchado al maestro. Esto es para tí, Flaco", y "Barro tal vez" fue el homenaje para Luis Alberto Spinetta, musicalmente una exquisita versión, un verdadero homenaje con mucho respeto y dedicación, como ya había ocurrido con "Bocanada" de Cerati en el Luna Park.

Las dedicatorias siguieron, aunque ahora en un plan menos amistoso antes de "No me interesa": "Esta va para el presidente de los Estados Unidos y que hemos hecho hace mucho tiempo, en Puerto Rico vivimos una imposición de los Estado Unidos hace 114 años ya, y muchas personas no se ven viviendo independientes. Es una pena ver que cada 4 de julio se festeja la independencia de los Estados Unidos, y la gente no se da cuenta que es una pena no poder festejar la independencia nuestra, o por lo menos perseguirla.

El baile seguía en el campo del Malvinas con el "Ritmo que pesa" y "Amante luz", con Boris comandando desde la bateria y Esteban González en trombón para darle eso no tradicional a la musicalidad de Cultura Profética. En homenaje a Bob Marley sonó "Zimbabwe", en la versión Cultura, con la particularidad de ser cantada en español y adaptada a la liberación de la isla de Bieke. El pelado Willy le dejó la voz a la corista Kianí Medina, que demostró todo su potencial.

Los clásicos pasaban y el reggae seguía su fiesta, "Nadie se atreve", se pegó a "Que tiempo se vive", "Canto en la prisión", "Ilegal" y cuando ya se denotaba que a la noche le quedaba poca rosca, la gente volvía a ser protagonista y el "Soy Cultura..." se volvía a escuchar, esta vez con el bajo y los vientos acompañando la moción.

Antes de encarar los bises, Cultura tocó "Verso terso", y pasadas las 00.30 llegó "La espera" y toda la sangre se hizo miel, pegada "Un deseo", y para irse allá arriba con el pogo en lo más alto "Mrs Swing y los pasitos jazz". "Gracias Argentina, nos vemos en la próxima, sin ustedes nada es posible" fueron las palabras de despedida.

Profesionalismo, dedicación, grandeza, musicalidad, poner los acordes en los momentos justos, son algunas de las características que se ajustan a Cultura Profética. Los puertorriqueños siguen demostrando por qué son la banda más importante del reggae en español, y por qué en Argentina se los venera como locales.

Nota por Pablo Rios
Fotos Gentileza Cultura Profetica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario